jueves, 14 de mayo de 2009

Convertirse en un amigo y aliado.

De acuerdo con Gottman, es aquí donde los padres realmente pueden convertirse en entrenadores. La manera más efectiva de ayudar al niño a comprender lo que siente es enseñarle a expresar sus sentimientos por medio de palabras, como “te duele cuando tus amigos no quieren jugar contigo”. Dejarle saber al niño que Ud. comprende sus sentimientos no solamente lo consuela, sino que le hace sentir que tiene un amigo y un aliado. Además, lo pone a Ud. en una mejor posición para ayudar al niño a solucionar otros problemas por los que esté pasando.Esa es la clave para escuchar con empatía y validar los sentimientos de su niño. Los padres que se mantienen al tanto de las emociones de sus niños pueden transformar los problemas de la vida en oportunidades para enseñar y aprender. Cuando los padres ayudan a los hijos a descubrir sus emociones, no solamente les ofrecen consuelo, sino que les dan destrezas que les ayudarán inmensamente por el resto de sus vidas.

Escuchar y observar.

Para llegar a lo que hay en el corazón de su niño, se empieza por escucharlo cuidadosamente. Cuando Ud. escucha las palabras de su niño, le está demostrando que sus sentimientos importan. Sin embargo, escuchar puede implicar algo más que usar solamente sus oídos. Los niños expresan sus emociones de muchas formas y los padres pueden aprender a “leer” estas emociones observando ciertas pistas. Dichas pistas pueden incluir expresiones en la cara (como fruncir el ceño), lenguaje corporal (el hacer puños con las manos o una postura débil que refleja tristeza), las palabras que dicen y cómo las dicen (el tono de voz que emplean, el énfasis que ponen en ciertas palabras) u otras formas en las que los niños revelan sus actitudes acerca de lo que pasa.A veces, los niños no se sienten cómodos hablando de sus emociones, por lo que se necesita un adulto paciente y perspicaz para llegar a la raíz del problema. Si un niño que siempre amó ir a nadar de repente odia ir a la piscina, algo está pasando. Trate de preguntarle por qué se siente así y seguramente el niño encogerá sus hombros y dirá “no es nada”. Es en momentos así cuando los adultos necesitan insistir, basándose en su conocimiento previo de la vida del niño. Un ejemplo de esto sería decirle algo así: “Alguna cosa te molesta, solías amar la piscina. ¿Pasó algo con tus amigos?”. Para muchos, la parte más compleja es cuando el niño comienza a abrirse a la plática, ya que algunas veces es difícil no ver los problemas del niño como algo insignificante o tonto. Si Ud. se entera de que el niño se peleó con sus amigos en la piscina, es posible que sienta la tentación de decirle simplemente “olvídalo”. Para un niño eso no es tan fácil como suena. Una cosa que los padres necesitan recordar es que los niños no tienen años de experiencia lidiando con sus emociones como los tienen ellos. Para los niños estas emociones son frecuentemente nuevas y extrañas. Algunas situaciones que pueden parecerles pequeñeces a los adultos, son monumentales ante los ojos de un niño que las está experimentando por primera vez.

Las emociones importan.

Según el doctor John Gottman, la habilidad de un niño para deleitarse con los tiempos felices y para recuperarse rápidamente de los tiempos difíciles es una parte fundamental para una buena salud emocional.En su investigación acerca del ambiente emocional de las familias, Gottman observó que los niños que tienen padres que entrenan las emociones:
confían más en sí mismos
hacen mejor trabajo en la escuela
tienen menos problemas de comportamiento
se llevan mejor con sus amigos y con los demás
tienen menos enfermedades infecciosas
pueden lidiar mejor con conflictos entre los padres
Una salud emocional fuerte prepara mejor a los niños para enfrentarse a diversas dificultades en el futuro. Obviamente, no todo momento emocional con su niño es tan fácil de comprender como un ataque de envidia. Las emociones de los niños son variadas y muy complejas. Con frecuencia, las emociones de un nivel más bajo, por ejemplo cuando un niño simplemente se siente incómodo o triste, son las que representan el mayor reto para los padres.

Expresando emociones

Ayudar a los niños a identificar y expresar sus emociones es importante para el desarrollo de la identidad, la autoestima, y para impulsar el control y la autonomía. Afortunadamente hay muchas maneras de motivar a que un niño se exprese. Un proveedor necesita tomar en consideración el nivel de desarrollo del niño, pero los diferentes enfoques pueden incluir contar cuentos, leer, la música, los juegos, los materiales creativos, y un ambiente de calidad. Pedirle a un niño afligido que pare de llorar o que deje de actuar como un bebé puede quebrar el mundo de un niño. Dependiendo de la edad y el temperamento del niño, escuchar una respuesta como esa puede hacer que un niño pierda la confianza en su relación con el proveedor y desarrolle inseguridades. Por el contrario, un proveedor debería reaccionar a las emociones de un niño siendo calmado y sin juzgar. Esté atenta y disponible para responder a lo que un niño esté diciendo. Tenga en mente está pasando por las diferentes etapas y labores de desarrollarse como un individuo, y que una comparte la experiencia a la vez que trata de facilitarla. Uno puede ayudar a que un niño logre estas metas a través de relaciones personales de calidad, y a través de actividades que desarrollen la iniciativa, la autonomía, y un sentido de industria y éxito. La necesidad humana más grande es la necesidad de ser comprendido. Como dijo Stephen Covey, “Busca primero entender, y luego ser entendido”. Cuando los niños aprenden que son valorados, ellos aprenden a valorar el mundo.

viernes, 20 de marzo de 2009

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