jueves, 14 de mayo de 2009

Las emociones importan.

Según el doctor John Gottman, la habilidad de un niño para deleitarse con los tiempos felices y para recuperarse rápidamente de los tiempos difíciles es una parte fundamental para una buena salud emocional.En su investigación acerca del ambiente emocional de las familias, Gottman observó que los niños que tienen padres que entrenan las emociones:
confían más en sí mismos
hacen mejor trabajo en la escuela
tienen menos problemas de comportamiento
se llevan mejor con sus amigos y con los demás
tienen menos enfermedades infecciosas
pueden lidiar mejor con conflictos entre los padres
Una salud emocional fuerte prepara mejor a los niños para enfrentarse a diversas dificultades en el futuro. Obviamente, no todo momento emocional con su niño es tan fácil de comprender como un ataque de envidia. Las emociones de los niños son variadas y muy complejas. Con frecuencia, las emociones de un nivel más bajo, por ejemplo cuando un niño simplemente se siente incómodo o triste, son las que representan el mayor reto para los padres.

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